REPERTORIO:
1.- Encadenado al ánima.
2.- Durazno sangrando.
3.- Pleamar de águilas.
4.- En una lejana playa del ánimus.
5.- Dios de la adolescencia.
LETRAS:
1.- ENCADENADO AL ÁNIMA:
Si, el viejo portal del cielo.
Si, el viejo portal del cielo.
Si, el viejo portal del cielo.
Si, el viejo portal del cielo.
Puede enfriar los cuerpos de hoy y ayer,
Se niega el recuerdo por sano y se quema.
En las puertas de una ciudad que aúlla sin ser vista.
Los planetas giran sin saberlo
Así como tu recuerdo vive en ellos.
Sin que puedas correr allí.
Sin que puedas correr allí.
Las ventiscas en sombras ahuyentan el humo
De unos muñecos que se queman en el alba roja.
Ardiente de locura.
Las caras que asoman en la ventana
Quieren cristalizarse en mi pensamiento.
En forma alucinatoria.
En forma alucinatoria.
Como si los muebles pudieran hablarme
De ellas sin moverse.
Produciendo ruidos incomprensibles
A mi espalda.
La noche despide
Su manera arrogante
De mecerse donde quiera
Y las ropas de los sirvientes
Caminan por la casa
La noche llega, y tal vez mañana
No exista el tiempo con sombras.
La luz se duerme entre las piedras
Sacude sus plumas la avaricia
Salpicando el pasto inmolado
Los perros vuelan en las piernas de la noche
Que gime el viento frío
Desde la boca de un dragón sin ojos.
El agujero de días de lluvia intensa
Trata de imantar alguna mujer sin cara
Que ronda por la casa.
La distancia es un caudal de eternidad
Agazapada sobre la espalda de un león.
2.- DURAZNO SANGRANDO:
Temprano el durazno del árbol cayó
Su piel era rosa, dorado del sol.
Y al verse en la suerte de todo frutal
A la orilla de un río su fe lo hizo llegar.
Dicen que en este valle los duraznos son de los duendes.
Pasó cierto tiempo, en el mismo lugar,
Hasta que un buen día se puso a escuchar
Una melodía muy triste del sur
Que así le lloraba desde su interior.
Quién canta es tu carozo, pues tu cuerpo al fin, tiene un alma.
Y si tu ser estalla será un corazón el que sangre.
Y la canción que escuchas, tu cuerpo abrirá con el alba.
La brisa de Enero, a la orilla llegó,
La noche del tiempo sus horas cumplió.
Y al llegar el alba, el carozo cantó
Partiendo al durazno que al río cayó.
Y el durazno partido ya sangrando está bajo el agua.
3.- PLEAMAR DE ÁGUILAS:
Cuento las estrellas
En el libro que un Dios me dejó.
Cuento ya las horas,
Todo tiempo me disparará.
Lejos de aquí,
Atrás del mar
Donde la materia es luz y nada mas.
De allí zarpa el barco lento
Pleamar.
Con el sol a barlovento
Pleamar.
Pleamar.
Pleamar de águilas.
Capitán, busco los vientos antes de llorar.
De allí zarpan el barco lento
Pleamar.
Con el sol a barlovento.
Pleamar.
Pleamar.
Pleamar de águilas.
Capitán, conserva el rumbo, antes de soñar.
Llega pronto a tierra como el cormorán
Si las águilas se esfuman, amanecerá.
4.- EN UNA LEJANA PLAYA DEL ÁNIMUS:
Una niña anda descalza en la playa
Como gota de lluvia sobre la zarza.
Los aldeanos se van durmiendo
Toda estrella fugaz conoce su nombre.
Así como el agua viaja,
Conociendo el aire del lugar.
Y hoy por fin la inmensidad fue el bien.
Y hoy por fin la inmensidad fue tibia y fugaz como el sol.
Y hoy por fin la inmensidad fue el bien.
Y hoy por fin la inmensidad fue tibia y fugaz, tibia y fugaz como el sol.
Solo sé que Dios vendrá
Ruego que venga ya
Besa el violín que ya nunca jamás sonará
Bebe la sombra de un indio en un río divino
Sin querer te marcarás
Hasta que al morir buscarás el sinfín.
Y antes de alba
Tendrás el rocío final.
Solo sé que Dios vendrá.
Solo sé que Dios vendrá.
Ruego que venga ya.
La distancia es un caudal de eternidad
Agazapada sobre la espalda de un león.
5.- DIOS DE LA ADOLESCENCIA:
Ella solo intenta ser feliz,
Tropezando está.
Nadan hoy sus ojos entre el rimel
Su mentira ya se hundió
En la hiedra.
Ves, en su abismo
Con sus enaguas quiere escapar
De la bruma.
Tan apurada está
Que atropella el viento en la avenida.
Hoy su inútil pétalo secó
Por su soledad,
Y con las campanas se divierte.
Pensando que son de aquí
De la muerte.
Ah, si pudiera,
Si ella quisiera abrirse del ser
Y la nada,
Tal vez podría ver
Que su Dios está en la adolescencia.
Correrás al fin con frenesí
Por tu libertad.
Pero ni bien una lágrima caiga
Mil estrellas juzgarán que es en vano.
Ya que Dios es un mundo
En el que amar es la eternidad
Que uno busca
Y no lo pienses mas,
Que tu mueca está tan despintada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario